La catarata es una opacidad del cristalino (lente biológico) del ojo que provoca una dificultad en la visión. Normalmente el cristalino es claro y transparente y sirve para enfocar la imagen en la retina.
Las cataratas se desarrollan como parte del proceso natural de envejecimiento, hacia los 75 años de edad, alrededor del 70 por ciento de las personas pueden padecer cataratas. Con la edad, poco a poco el lente del ojo se vuelve menos flexible, menos transparente y más gruesa. Posteriormente, algunas zonas del lente se opacan a medida qué proteínas comienzan a perder su posición regular.
Poco a poco, a medida que las cataratas progresan, se pueden experimentar diferentes síntomas:
- Visión borrosa o nublada.
- Siempre es indolora.
- Mayor dificultad para ver de noche o con poca luz.
- Sensibilidad a la luz y al resplandor.
- Presencia de halos alrededor de las luces.
- Colores desvanecidos, amarillentos u ocres.
- La necesidad de usar una luz más clara para la lectura y otras actividades.
- Cambios frecuentes en la prescripción de anteojos o lentes de contacto.
- Doble visión en un ojo.
El único tratamiento realmente efectivo para esta patología es la cirugía. Es un procedimiento ambulatorio, que dura menos de media hora, lo que significa que una vez terminado el paciente regresa a su hogar.